El Reino de Toldür ocupa una extensa península que avanza hacia el mar con la fuerza de una tierra todavía en desarrollo, pero llena de posibilidades. Sus llanuras abiertas, surcadas por brisas marinas y ríos jóvenes, muestran un terreno aún poco explotado, donde la tierra parece esperar las manos que la transformen. No es un territorio plenamente cultivado, pero su suelo rico y su clima templado insinúan un futuro de abundancia para quienes sepan trabajarla.
En contraste, los grandes bosques de Toldür dominan buena parte del interior peninsular. Son espesos, altos y antiguos, cubiertos por una luz tamizada que cae entre las hojas. Allí se escuchan riachuelos ocultos, criaturas sigilosas y el susurro constante de los árboles, como si guardaran secretos de un pasado profundo. Estos bosques no solo aportan madera y vida silvestre, sino que representan un vasto recurso sin aprovechar, capaz de sostener tanto a la población como a futuras ciudades o rutas comerciales.
Toldür es, ante todo, un reino joven en una tierra prometedora: una península donde la naturaleza aún marca el ritmo, pero donde el potencial para crecer, prosperar y transformarse es evidente en cada rincón.