En este apartado, se irán añadiendo lentamente apartados a las épicas leyendas, cuentos e historias que los enanos del mundo cuentan sobre Svartalf, hijo de Ingrwind, y cómo este influyó en el mundo que nos rodea. Es una recopilación de leyendas orales recopiladas y escritas por Nathramund, actual líder de La Sacra Tunelería Enana de Svartalfheim.
El mundo conocido se divide en dos:
Por un lado, el Mundo Artificial, del cual todo enano se enorgullece, puesto que se compone de todo lo creado o modificado por el hombre. Desde las minas que nos rodean, hasta las lámparas que nos iluminan; Desde las ciudades humanas hasta las enanas, desde la alquimia hasta la tecnología más avanzada, todo ello fue modificado por la mano de los mortales,
Por otro, el Mundo Natural, compuesto por todo lo que vino antes de que los enanos emergiesen de la tierra, antes de que los humanos naciesen del barro primordial del que salen todos los mortales. Nadie sabe por qué o por quién el mundo fue creado, más no es como que sea de importancia, puesto que si alguien creó el mundo, privó a los enanos de la luz del sol, un destino tan poco merecido que si hay una entidad divina ahí fuera, no merece nuestra alabanza.
Mapa ilustrado del mundo según la mitología enana. (Halo Wiki)
Sabemos tan solo unas tres cosas del Mundo Natural:
El mundo entero posee una forma esférica, una que va más allá de los rumores del Borde de los Mundos. Lo sabemos porque Svartalf una vez golpeó una piedra, en sus primeros días en la superficie como adulto, tan fuerte, que dio toda la vuelta y se enterró profundo en la tierra. Puesto que no pudo dar la vuelta en el aire, definitivamente el mundo tiene la forma de una bola, igual a las que los niños usan para lanzar y golpear las paredes, intentando crear terremotos en la superficie (sin mucho éxito),
Todos los seres mortales venimos del barro, y de qué barro y de qué zona del mundo dictamina exactamente su raza: Los elfos vienen de barro musgoso, los humanos del barro normal, los demonios del barro creado por la lava en la arena de almas... Y los enanos vienen de la roca misma humedecida por el agua, motivo por el que sus puños son tan resistentes y pueden romper piedra fácilmente. De la primera generación nacida en el barro, las posteriores son sus descendientes, puesto que quien sea que haya creado el mundo no desea crear más gente, ya que no hay suficientes minerales para todos,
Todos los mortales tenemos el derecho de usar todos los recursos en el Mundo Natural, motivo por el que es tan injusto que al inicio no tuviésemos el derecho los enanos a la luz del sol,
Esto es todo lo que sabemos del mundo, de las maravillas que contiene, y de las bellezas y atrocidades que la componen
Citado de una madre enana
Noche 1
[En una de las cuevas cercanas a la tunelería, donde un grupo de enanos nómadas cavaba en busca de oro para vender y poder viajar a su siguiente localización. Una madre estaba tratando a dormir a su niño con la historia de la infancia de Svartalf, algo común entre las madres enanas]
+ "Svartalf, hijo de Ingrwind, era un enano como tú y como yo, y cuando nació, era chiquitito chiquitito, más que tú!" [El niño de unos tres años al que acunaba en sus fornidos brazos ríe un poco por la comparativa] "Era tan pequeño tan pequeño, que dicen que podías tomar una piedrita de un camino, y sería del mismo tamaño que él. ¡Tan chiquitito, que podía dormir encima del canto de un martillo! Sin embargo, ya con ese tamaño y recién salido de Ingrwind, podía lanzar una roca al techo de una tunelería..." (Para los lectores, eso son cinco bloques de altura) "...tan fácilmente como cuando estornudas" [El niño ríe una vez más] "Sin embargo, Svartalf creció rápido rápido, tanto que llegó a medir... ¡Un bloque y medio!" [El niño se muestra sorprendido, puesto que los enanos no alcanzan más de un bloque de altura] "Sin embargo, eso le permitió engañar a la Tierra y al Sol mismos, puesto que los humanos pueden agacharse a esas alturas, y la Tierra y el sol pensaron que era un humano especialmente bajito y feo. Gracias a esto, Svartalf salió de la tierra por las cuevas usadas por los humanos múltiples veces, y fue dado en la cara por el Sol sin quemarse o cegarse. ¡Su primera vez fue cuando tenía 8 años, imagina el susto que Ingrwind se llevó al verle fuera de la cueva! Pero cuando volvió, describió el ambiente más hermoso que había visto: Flores relucientes, árboles más allá de lo que la vista le permitía ver,..." [A esto le sigue una descripción con una voz suave del exterior ahora conocido, que lentamente duerme al niño.]
Noche 2
[Los enanos nómadas de la cueva se han movido cueva adentro, puesto que el hierro y el oro de la región donde estaban se acabó. Un camino de antorchas les guía el camino de vuelta si lo necesitan. Dos de ellos portan hermosos cascos de oro aún. La madre de la noche pasada volvía a estar en las mismas, intentando dormir a su niño]
-"Móðir, móðir!" (Para los lectores, los enanos usan términos nórdicos para ciertas palabras, como "madre" (móðir), "fiesta", "cerveza", etc. Se irán viendo a medida que las historias de Svartalf se van narrando) "móðir, ¡quiero oír más sobre Svartalf!"
[La madre ríe suavemente, sonriendo gratamente al verle intentar pronunciar su nombre] +"Bueno, bueno, túmbate" [El niño esta vez se tumba en una hamaca, similar a donde estaban tumbados otros enanos. Estas protegían a los enanos mientras dormían de arañas e insectos, además del frío de la piedra húmeda. La madre, por su parte, se sentó en una piedra cercana a la hamaca] "Bien... Como ya sabes, Svartalf salía de cuando en cuando a la superficie, ¡y era muy juguetón! Como su madre, y la madre de su madre, ¡ya de pequeñito había construido su primer martillo con una enorme piedra! Aunque es obvio que nunca logró moverla, eso lo motivó a usar martillos grandes grandes, ¡tanto como tú!" [El niño sonríe, incapaz de reír por el cansancio] "Se pasaba el día golpeando aquí y allá en las cuevas, y muy pronto aprendió a hacer terremotos como los mejores enanos del mundo! Golpeaba y golpeaba bajo él, a sus lados y sobre él, y allí donde pasaba los murciélagos volaban despavoridos y hasta los zombies no se les acercaban por el miedo a que les golpeasen. Él además era muy muy valiente, siempre metiéndose primero en las cuevas a golpear el suelo y asustar todo lo que hubiese dentro, pom pom pom!" [La madre hace el gesto de golpear el suelo... Y el niño no dura mucho más despierto].
Noche 5
[La población enana estaba increíblemente dentro de la cueva. No podían volver, aún no, puesto que la entrada se había derrumbado tras ellos dos noches atrás, y estaban buscando otra salida. Todos están altamente magullados y heridos, y la madre descansaba en una hamaca junto a su niño, sentado con preocupación junto a su madre. Su martillo de madera, usual entre los niños de su edad, estaba junto a él, denotando una falta de ganas de jugar]
-"móðir..." [El niño observaba el estado actual de su madre: Adolorido, herido y con más sangre fuera de la que debería ser normal. Múltiples mordidas se mostraban en sus brazos y cuello, y heridas de flecha cubrían su espalda. El niño estaba intacto, denotando que algo o alguien lo protegió] "¿...Puedes... Contarme de Svartalf...?" [El infante lagrimeaba mientras lo pedía, y la madre sonrió con una calma lúgubre]
+"C-claro..." [La madre se irguió un poco, a pesar de no tener las fuerzas, y sangra un poco de las heridas del brazo en el que se apoya] "S-Svartalf no solo era valiente, t-también era muy amable... Ni todo el oro y di-diamantes del mundo podrían detenerlo de ayudar a los que amaba, y d-deseaba mucho convencer al S-Sol y a la Tierra de que perdonasen a... Los enanos... Una vez, su madre fue herida por un derrumbe, y durante tres días y tres noches él no comió ni descansó, apartando todas las rocas para su madre..." [La madre tose suavemente, y la mirada de preocupación del niño se ahonda] "T-tranquilo... Cuando su madre... Finalmente, llegó al Valhalla en co-combate, protegiéndolo..." [La madre se tumba más, poniendo la mano en la cabeza del niño] "Svartalf lloró. Por muy valiente que fuese, por muy resistente que fuese, y por muy amable que fuese... El mundo tiene penas... Lo importante es... Perseverar... Y luchar por... Los que..." [La mano de la madre cae de su cabeza, y sus ojos se cierran completamente con un suspiro]
-"...m-móðir?" [Y con esto... El niño lloró]
+"C-claro..." [La madre se irguió un poco, a pesar de no tener las fuerzas, y sangra un poco de las heridas del brazo en el que se apoya] "S-Svartalf no solo era valiente, t-también era muy amable... Ni todo el oro y di-diamantes del mundo podrían detenerlo de ayudar a los que amaba, y d-deseaba mucho convencer al S-Sol y a la Tierra de que perdonasen a... Los enanos... Una vez, su madre fue herida por un derrumbe, y durante tres días y tres noches él no comió ni descansó, apartando todas las rocas para su madre..." [La madre tose suavemente, y la mirada de preocupación del niño se ahonda]
"T-tranquilo... Cuando su madre... Finalmente, llegó al Valhalla en co-combate, protegiéndolo..." [La madre se tumba más, poniendo la mano en la cabeza del niño] "Svartalf lloró. Por muy valiente que fuese, por muy resistente que fuese, y por muy amable que fuese... El mundo tiene penas... Lo importante es... Perseverar... Y luchar por... Los que..." [La mano de la madre cae de su cabeza, y sus ojos se cierran completamente con un suspiro]
-"...m-móðir?" [Y con esto... El niño lloró]
Representación de uno de los enanos del grupo al ver a la madre fallecida de Svartalf (Chau Ngo, Artstation)
(Nota para los lectores: A lo largo del siguiente relato, se hacen referencia al Yuletide/Júl, la Cabra de Yule/Julbock, y a los Troncos de Yule/Yule Log. Todas estas son costumbres del paganismo germano, que aún se mantienen en zonas nórdicas y germánicas, que fueron sustituidas por las Navidades cristianas, todas pertenecientes al Yule, que va del 21 de diciembre al 1 de enero, 12 días totales. Para más información, preguntadle a un abuelo enano bien entendido, como Wikipebjörg, hijo de Enciclosteinn.
Además, se hace mención a dos meses del paganismo nórdico: fermánaðr, que va de mediados de noviembre a inicios de diciembre, a hrútmánaðr, de mediados de diciembre a mediados de enero, y cuando se celebra Yule)
Citado de un tendero enano de una población en las montañas
Noche 1: Dos días antes de hrútmánaðr
[Acompañamos a un enano barbudo, de pelo blanco, tanto en barba como en pelo, el cual asomaba por debajo de su hermoso casco de oro, que se encontraba talando uno de los hermosos pinos que rodeaba su pequeño pueblo, probablemente para usar como Yule Log. Tras ayudar a este a talar el árbol, lo acompañamos a su hogar mientras él habla] "Oh, queréis saber sobre Svartalf? Bueno... Teniendo en cuenta que se acerca Yule, qué te parece si te cuento del primer Yule?" [El enano se sienta cómodamente, viendo la ventana y cómo lentamente anochecía] "... Después de la muerte de su madre Ingrwind, Svartalf salió a buscar aventuras y olvidarse de las cuevas, aunque sea durante un tiempo. Una vez fuera, a mediados del fermánaðr, cuando ya había viajado por un año y atrás, dejó la pequeña entrada por la que entró, y se había logrado establecer en un pequeño huertito, aprendiendo a plantar cosas de los humanos... Un enorme tronco de pino cayó sobre su cabeza, enterrándolo profundo en la tierra... ¡Pensó que la Tierra se había dado cuenta de que era un enano en la superficie!" [El enano ríe fuertemente] "Al día siguiente, mientras preparaba su chimenea para el punto más duro del invierno, que recientemente había descubierto como una de las durezas de la superficie, declaró que 'Lo cortaré y usaré como combustible la noche más fría, y luego las cenizas las echaré a mi campo, verás qué bien va a crecer!'... Aparentemente, pensaba que eso enfadaría a la Tierra, ¡y vaya que lo hizo! A la mañana siguiente, ¡su casa se había llenado de plantitas de muérdago que crecían de las vigas de su pobre casa! Sin embargo, a Svartalf le gustaba esa pequeña planta, por lo que durante los meses de frío las dejó crecer..." [Aquí hay una pausa en la que el enano se levanta a preparar algo...]
[El enano vuelve con lo que parece un par de jarras de Sidra caliente, tendiéndonos una, la cual aceptamos de buen grado y empezamos a beber. Aparentemente, estaba preparando en gran cantidad para el Yule] "En fin, por dónde íbamos... Ah, sí, ¡Svartalf y el Yule! Como ya conté, Svartalf se había montado un huerto... ¡Pero también se había montado, con ayuda de los humanos cercanos, una granjita de cabras! Svartalf, como el resto de los enanos, odiaba a los dioses por haber aislado a su pueblo de las maravillas del exterior, pero eso no impedía que aprendiese de las tradiciones humanas... El grupo con el que vivía, un pequeño pueblito del norte, los cuales adoraban a una especie de Dios del rayo, sacrificaban una cabra en su honor cada invierno... Sin embargo, Svartalf amaba a sus cabras, y puesto que llevaba un año sin ver a sus congéneres enanos, decidió enfadar aún más a quien sea que alabasen esos humanos, mandando a una de sus cabras, apodada Julbock, de vuelta a las minas con pequeños regalos: Juguetes, carbón vegetal, comida, ... ¡Todo una alegría! Esa cabra llegó en el primer día del hrútmánaðr, y como Svartalf añoraba a esa cabra, ya en hrútmánaðr hizo una pequeña cabra de paja, a la que apodó de la misma manera... Svartalf era un enano que ayudaba mucho a la comunidad de humanos de su región, con sus habilidades metalúrgicas, o excavando la roca para ellos... Los humanos le tenían mucho cariño, y sabía que había regalado mucha comida y recursos a los enanos en el Julbock... Por lo que en el solsticio de invierno, como agradecimiento por la ayuda, los humanos le dejaron sobre el Julbock de paja a Starvalf más regalitos y recursos, ¡permitiéndole recuperarse mejor! ¡Los ojos de Svartalf parecía que iban a salírseles de las órbitas al ver tantos regalos!" [Ríe suavemente] "En fin, nos estamos adelantando y la historia sigue en fermánaðr... Svartalf notó, dos días tras esto..."
"... Que los humanos pasaban frío en sus trabajos, lejos de la llama de sus chimeneas: Los pescadores tiritaban mientras vendían pescado, los leñadores castañeaban sus dientes tan fuertes que podían cascar nueces con ellos, y los granjeros se apretaban junto a las cabras para intentar no morir de frío... Sin embargo, Svartalf conocía una receta enana que su propia madre le preparaba de niño para no pasar frío en las minas... La misma que bebemos ahora mismo: ¡Sidra caliente!" [El enano alzó su copa, sonriendo] "Svartalf sabía que los humanos no tenían tales brebajes cálidos, salvo uno misterioso que aún no probó, por lo que su cerebro enano tuvo una gran idea para la noche más fría, la cual se acercaba peligrosamente... Finalmente, el primer día del hrútmánaðr, en el día más corto y la noche más larga del año, cortó el tronco que le golpeó en la cabeza, recogió el muérdago que invadió su casa, y decoró todo usando estos componentes, además de crear barriles y barriles de Sidra Caliente.
Representación del enano que nos cuenta esta historia (Vadim Marchenkov, Artstation)
Finalmente, llamó a todo el pueblo humano para ir a su casa, así sentándose con ellos a compartir la noche mientras veían el fuego de la bendita madera crepitar, les enseñaba a hacer sidra caliente, y ellos le enseñaban a él cantos de su religión, el cual a pesar de su naturaleza decidió aprenderlas con ellos, no por la religión, sino por la unidad que generaba... Y así estuvieron durante doce días, los doce días de Yule, cantando, bebiendo, comiendo y trabajando en unidad, hasta que finalmente la Sidra se acabó, la comida de reserva se agotó, el muérdago murió, y la madera terminó de arder... Pero la unión entre los enanos y los humanos, además de potencialmente con otras razas, se conservó para siempre" [El enano sonrió de oreja a oreja, viéndonos con calma]
"En fin... Por eso, a día de hoy, los enanos en todo el mundo, incluso bajo tierra, siguen celebrando el Yule: Es símbolo de unión, de familia, de ignorar las religiones de nuestros hermanos, y unir las tradiciones que traen con las nuestras, pues a quién rezamos no importa, o de qué raza seamos no es relevante, solo importa si estamos dispuestos a convivir... ¿Ahora, deseáis pasar el Yule conmigo?"
Citado de el propio historiador, escrito por uno de sus alumnos
[Nos encontramos en una especie de Ágora subterránea, donde el historiador y su séquito de aprendices y nómadas se habían detenido a descansar y repasar su conocimiento, una actividad usual]
-"Svartalf era uno de los mejores enanos que existen, sí... ¿Pero sabéis por qué lo fue?" [Múltiples de los alumnos alzan su mano. Algunos otros, escépticos de que sea una pregunta trampa, se quedan esperando a que sus compatriotas hablen. El historiador señala a uno de sus alumnos] +"Porque... Permitió a los enanos salir a la superficie?" [El resto de aprendices asienten, concordantes, y el historiador ríe] -"Por supuesto, ese es uno de los motivos, pero no es el único! Svartalf cargó con muchas hazañas en su espalda. Las llamamos... ¡Las Ocho Afrentas Mortales! Ocho acciones que retaban al mismo mundo natural, y lo obligaban a postrarse frente a él. Veréis, cuando Svartalf tenía ya sus años de experiencia (podríamos estimar que unos 35 a 40 en años enanos), seguía sintiendo que la vida que sus hermanos enanos llevaban era injusta, una especie de declaración de superioridad de los dioses sobre los enanos, algo inaceptable para él! Por lo que, un día, Svartalf se plantó en Yaelokre, frente al Tribunal Supremo, y demandó que los Enanos pudiesen salir a la superficie. Tres días pasaron debatiendo, decidiendo qué hacer con él, mientras Svartalf esperaba a un veredicto ahí de pie, y finalmente, al tercer día, decidieron matarlo permanentemente por osar afirmar que la creación divina era injusta... Pero justo un rayo cayó entre Svartalf y el Tribunal, indicando que esa opción no era válida... ¡Una señal de los dioses! Por algún motivo, los dioses querían retar a Svartalf, demostrarle que eso no solo sería posible, sino que le humillarían en el proceso...".
"Y así, Svartalf aceptó! Si los dioses ganaban, la raza enana sería desterrada incluso más hondo en las profundidades, y solo podría alimentarse de rocas y lava, nada de los increíbles festines que se daban ni las fiestas tan altas que llegaban a los mortales de la superficie. Si Svartalf completaba lo que sea que los dioses pedían, los enanos podrían salir a la superficie sin problemas, y tendrían acceso a magia, un recurso que muchísimos mortales, salvo los enanos, podían usar, y que Svartalf consideraba un regalo repartido injustamente, pues como bien sabéis los enanos no tenemos acceso a ese poder, más solo a hechizos de fuego, un cuento para otro momento... Svartalf, por supuesto, extendió su enano guante hacia ellos, aceptando la apuesta... ¡Y así comenzaron Las Seis Afrentas Mortales contra los Dioses!"
Enanos comiendo en el Ágora subterránea (WorldAnvil)
Como todo el mundo bien sabe, los elfos y los enanos son rivales absolutos, dos seres completamente opuestos, como el día y la noche, como el trabajo y la vagancia. Hay múltiples motivos por los que un enano podría odiar a un elfo:
Preferencias divinas: Los elfos de todo tipo son gozadores de muchos más regalos divinos, desde el uso de la luz del sol, hasta su poderosa magia, pasando por su habilidad de estudio del mundo natural. Esto lleva a una envidia natural en los enanos nacida del deseo de haber sido bendecidos como el resto de los mortales.
Opuestos radicales: Ambas especies son completamente opuestas la una de la otra. Mientras los elfos son seres mágicos, los enanos son seres manuales; mientras los elfos son seres limpios y pulcros, los enanos no temen a mancharse las manos; mientras los elfos aprecian en gran medida el mundo natural, los enanos prefieren el mundo artificial, todo lo creado por ellos.
Esfuerzo: Es pensamiento común entre los enanos el ver a los elfos como seres que se esfuerzan poco, seres que no se manchan las manos, que prefieren centrarse en burocracia y mejorar su magia para tener que hacer, cada día, menos esfuerzo. Esta misma afirmación es de las que separa más a los enanos de los elfos.
Sin embargo, la amistad entre los enanos y los elfos es perfectamente posible. Rompiendo uno de estos tres motivos (siendo usualmente el tercero el más probable que se rompa), el enano levanta todo muro ideológico que pueda haber tenido previamente, pues viendo a un elfo mancharse las manos, el enano siente que se ha puesto a su nivel.
Representación de una amistad entre un enano y un elfo. (Jason Rainville)
Afrenta 1: Desde las profundidades del infierno, prueba de maestría
"La primera prueba no fue revelada a Svartalf, sino que fue teletransportado fuera de la capital, sin instrucciones. Un año pasó Svartalf sin instrucciones, esperando en su cabaña, perdida en la espesura de los bosques... Hasta que finalmente se terminó de impacientar. Svartalf, aunque no era ducho con la magia como buen enano, sabía de unos seres que sí lo eran... ¡Los elfos! Así pues, Svartalf se puso en marcha en dirección al asentamiento élfico más cercano, y con su ayuda logró invocar a la entidad hoy en día conocida como el Caracol Mensajero, creando con ello y con los elfos los objetos conocidos como Snailbox. El Caracol Mensajero, a petición de Svartalf, fue mandado a espiar en los dioses, y así descubrir qué será su primera afrenta... Y así, unos meses después, descubrió que esta sería descender a las profundidades del averno y dominar el arte de la explosión encontrando netherita, un mineral del que solo se rumoreaba. Así pues, Svartalf empezó su investigación sobre el Nether, la dimensión del fuego y el calor, y especialmente sobre cómo entrar. Para esto, continuó recibiendo la ayuda élfica, los cuales le enseñaron eventualmente acerca de los portales, permitiendo así una de las primeras y más avanzadas expediciones enanas de la historia. Svartalf cruzó ancho, alto y largo el Nether, en busca de la respuesta a qué misterio explosivo hablaban los Dioses..."
"Veréis, esta dimensión antes era muy diferente: Con pequeñas burbujas de lava entre la netherrack, sin la presencia de los preciosos bosques que hoy pueblan esta región, antes era simplemente un lugar inhóspito, lleno de peligrosas criaturas, pero que se rumoreaba que contenía uno de los mejores tesoros que un enano pudiese desear... Finalmente, con la ayuda de los elfos, que en nombre de los dioses se esforzaban de hacer este nuevo lugar habitable (motivo por el que bosques hoy pueblan el Nether), descubrió el mayor secreto de esta dimensión... ¡Las camas explotan! Por algún motivo desconocido para todo mortal, dormir en esta dimensión es un pecado prohibido, algo inconcebible, que provoca que la cama se llene de tantísima energía mágica que estalla en mil pedazos... ¡Ese era el secreto de las explosiones de las que murmuraban los dioses a espalda del poderoso enano! ¡Ese era el secreto del que el Caracol Mensajero le habló! Con esta nueva información, comenzó su aventura, explotando a gran velocidad grandes extensiones de terreno, que rápidamente, en cosa de unos pocos años, se llenaron de peligrosa lava, creando lo que hoy conocemos como los Lagos de Lava del Inframundo.
Svartalf en el Nether (Arte Conceptual Oficial)
¡Finalmente, había obtenido netherita! Sus manos enanas estaban llenas ahora de este extravagante material, el cual encontraba fascinante por su dureza, y el cual se llevó a su hogar... Gracias a su dominio de la metalurgia, eventualmente descubrió cómo usarlo para crear su primera Demostración de Afrenta... ¡Una hermosa lanza de netherita, capaz de penetrar hasta el escudo más resistente! ¡Era simplemente ideal! Así, las aventuras de Svartalf por el inframundo llegaron a su fin por el momento, saliendo este con la lanza y entregándosela al Caracol Mensajero, el cual lenta y suavemente portó su Afrenta al Tribunal Supremo. Estos, anonadados por cómo este supo qué le pidieron sin siquiera decírselo, no pudieron hacer otra cosa más que rechinar los dientes, y pensar en su próxima imposible afrenta..."